El Colegio abre sus puertas a iniciativas eclesiales...
El Colegio se reconoce parte de la Iglesia y como tal, se abre a la comunidad. Durante los fines de semana, los sábados a las 19 hs. se celebran las Misas dominicales. Distintas agrupaciones se reúnen en nuestra casa para sus Misas, encuentros o retiros. El ‘Movimiento de la Palabra’ celebra éste sus veinte años con nosotras; la Comunidad Carismática ‘Jesús es el Señor’ va por los doce, y ya hace siete que los comparte en nuestra Capilla, precisamente cuando comenzaron a ser un grupo muy numeroso.
También se nuclean en nuestra casa los grupos ALAM, con la Hermana Teresa, y CLAMI, con la Hermana María Hilda, dos brazos de la Familia Rossellana que integran a laicos en el carisma de la Misericordia. De mujeres laicas el primero, y de familias el segundo, ambos adhieren a esa forma especial de vivir su pertenencia a la Iglesia. Frecuentemente tienen sus encuentros, comparten la oración, el estudio y las novedades de familia con toda la Congregación de las Hijas de Nuestra Señora de la Misericordia.
Los Encuentros Arquidiocesanos de Religiosas y el Curso Anual de Ministros de la Eucaristía de la Vicaría también tienen lugar en nuestras instalaciones.
Participamos gustosas de estas iniciativas pues estamos convencidas que por diversos caminos Jesús sale al encuentro del hombre.
Sumados a nuestros compromisos internos, anualmente integramos una agenda importante que nos lleva a vivir una modalidad que nos enriquece como Iglesia.
Una nueva Capilla
Con el tiempo se impuso la necesidad de demoler y reconstruir el templo de la Anunciación (1935) y se hizo en estilo gótico moderno[1].
Las familias de las alumnas colaboraron de muchas maneras. Así, se pudieron costear los bellos vitreaux, de manufactura austríaca[2], que ilustran distintos momentos de la vida de la Virgen. También, con el rosetón del frente, que recuerda los de Notre Dame de París, la talla española del Cristo en la Cruz, el bajorrelieve de la Última Cena, el comulgatorio y los bancos, puertas, púlpito y pórtico de entrada. En 1948 se instala un especial órgano de tubos, (son más de ciento ochenta), doble teclado y pedalera, un Walker original de Alemania que con inmensa alegría la Hermana Inés retiró del puerto de Buenos Aires. Finalmente, en 1965, con la reforma en la liturgia de la Misa, se erige el nuevo altar.
Merecen una aclaración especial las puertitas del Sagrario. Las familias contribuyeron con medallas, cadenitas y piezas sueltas de oro y plata que, fundidas y en manos de orfebres especiales, concretaron un diseño exquisito en el que se lee “JHS” (Jesucristo Hombre Salvador) y “Venite adoremus”. Las Hermanas nos regocijamos al recordar cada día que ese Sagrario, que guarda el Cuerpo de Jesús, tiene algo de nuestras queridas alumnas, y en ellas están las de todas las épocas.
El 10 de noviembre de 1937 el Cardenal Arzobispo de Buenos Aires, Doctor Santiago Luis Copello la bendijo y fueron sus padrinos, el por entonces futuro presidente de la Nación, Doctor Roberto M. Ortiz y su señora esposa. Asistió, el cuerpo de profesoras, todo el alumnado y sus familias, amigos, vecinos y bienhechores. El coro de alumnas acompañó la Celebración Eucarística.
En el diario “La Prensa” leemos: “Se realizó ayer por la tarde la bendición e inauguración de la nueva Capilla de la Anunciación…”[3] y continúa: “… “Crecida concurrencia entre los que se hallaban sacerdotes de diversas Parroquias, autoridades de la Congregación de Religiosas que dirigen el mencionado establecimiento y Superioras de otros Colegios que también se hallan a cargo de las Hermanas de la Misericordia, invitados especiales y fieles en general. Participaron del Acto el purpurado Cardenal Santiago Luis Copello que entró acompañado de los rectores de las Parroquias de San José de Flores, Pbro. Luis Labenne, y de Santa Clara Pbro. Juan Stillo, del Capellán del Colegio Pbro. Pedro Bessero y otros sacerdotes... Luego de la Ceremonia, el Cardenal Primado impartió la bendición con el Santísimo... Mañana, a las ocho habrá una Jornada Eucarística con Misa celebrada por el Pbro. Juan José O’Toole...”
El domingo 14 de noviembre, con una Misa de Comunión general de alumnas y exalumnas, con asistencia de familiares y vecinos y en agradecimiento a tantos bienhechores, se cerró esta semana tan especial de noviembre de 1937, en que se celebró tanta dedicación y amor.
Desde entonces, la Capilla y el Colegio se unificaron con el nombre de “Nuestra Señora de la Misericordia”. Se han sucedido como Capellanes el Padre Amelio Calori, el Padre Pedro Bessero, hasta 1949; el Padre José Blanco, hasta 1993, y el Padre Alfio Gianni que continúa en nuestros días. Salesianos que, desde la primer hora nos acompañan y tanto han hecho y hacen por el crecimiento espiritual de esta comunidad educativa de Flores.
En la ciudad de Buenos Aires, a los diez días del mes de noviembre del año del Señor de mil novecientos treinta y siete, el Ilustrísimo y Reverendísimo Cardenal Arzobispo Primado de la Argentina, Dr. Santiago Luis Copello bendijo la Capilla de la Anunciación reconstruida por las Hijas de Nuestra Señora de la Misericordia, con asistencia de los señores padrinos
U Santiago Cardenal Copello
Padrinos: Presidente Roberto Ortiz y sra.
En Buenos Aires, el día trece de agosto del año del Señor de mil novecientos cuarenta y tres, el Altar Mayor de la Capilla de la Anunciación (Directorio 2118) dedicado a la Santísima Virgen de la Misericordia incluyendo el mismo las Reliquias de los santos mártires Alejandro, Genaro y Severino, y la de la Beata María Josefa Rossello.
Luego de la consagración concedí a todos los fieles que visitaren el Altar Mayor en el día de hoy, un año de indulgencia y a los que visitaren el Altar el día aniversario de la consagración concedí cien días de la misma indulgencia según la forma que acostumbra la Santa Iglesia.
A perpetua Memoria firma esta Acta
U Antonio Rocca
Obispo de Augusta y Vicario General
P. Juan José O’Toole P. Héctor Gilardi
2do. Asistente 1er.Asistente
[1] Construye León Valli y compañía
[2] Establecimiento Tirolés, Innsbruck, Alemania
[3] 11 de diciembre de 1937, “La Prensa” de Buenos Aires.